¿Qué soy?
- Agustina Gallego Soto
- 6 sept 2017
- 5 Min. de lectura

Are you a journalist?
Mitad en francés, mitad en inglés, el vendedor de vestidos miraba mi cámara nueva D750 y mientras guardaba en una bolsa mis elegidos, se metía, sin querer, en el terreno más pantanoso de mi existencia.
¿Qué soy?
¿Periodista? ¿Fotorreportera? ¿Psicóloga? ¿Wannabe escritora? ¿Narradora? ¿Reflexionóloga? ¿Broker inmobiliaria? ¿Buscadora eterna? ¿Qué soy?
Y claro. Es que cargo una máquina cuasi profesional que aún no se manejar del todo. Al comerciante francés le llama la atención. Los ojos me brillan como los de una niña a la que le ofrecen un caramelo cuando veo los vestidos de lino que cuelgan y bailan al compás del viento cálido del mercado de St. Tropez. La alegría se me escapa de los límites de la piel que ya agarró color, cuando miro el mar Mediterráneo posando frente a mi como una mannequin elegante de las de antes y que mi mamá stalkea por Internet. Los ojos no me alcanzan para retener los colores de la naturaleza como telón de fondo de los edificios de piedra que otros hombres construyeron hace tantos años y que hoy componen el paisaje perfecto para mil historias, mil fotos, mil cuadros de artistas que eligen inspirarse en la Costa Azul y la Provence como lo hicieron Matisse, Chagall, Yves Brayer y tantos más. Es verdad que quizás miro las cosas como una reportera, o una fotógrafa, o una caza tendencias o una simple turista que no quiere perderse nada.
Y volví a escuchar el eco de la pregunta horas más tarde en el avión de vuelta a Buenos Aires. Viajé al lado de un chico que conozco poco, polista, muy simpático por cierto, y otra vez la maldita pregunta. ¿Y vos qué hacés? Trabajo en una inmobiliaria le contesté. MENTIRAAAA. Te mentí chico buenmozo de dientes blancos que resaltan sobre la piel quemada por vivir arriba de un caballo y venir de la playa de Sotogrande. ¿Pero qué le iba a decir? Bueno en realidad yo saco fotos, escribo pensamientos y situaciones, hago collages, salgo a caminar y me sorprendo con los colores de la naturaleza. Viajo. Saco más fotos que las que entran en la memoria de mi computadora y que no se si alguna vez voy a retocar. Soy esteta por naturaleza y necesito rodearme de cosas bellas. Necesito nutrir mi alma con frases de otros bien armadas, frases que me hacen suspirar de emoción, de deleite y lo único que puedo hacer es subrayarlas para ver si por alguna especie de ósmosis entre el papel, el lápiz y mi mano, el talento de esos grandes, se traslada hacia algún rincón accesible dentro de mi ser inquieto. Miro ambientes en revistas de decoración que me aumentan las pulsaciones. Tomo café con leche con espuma pintada de corazón a la vuelta de casa mientras sueño con destinos desconocidos o ya visitados a los que muero por volver. Creo contenidos que no se si alguna vez alguien leerá o apreciará el amor que hay detrás. Hundo la nariz en el pelo suave y recién lavado de mi perra Olivia y le digo que la quiero como si entendiera. Lo abrazo fuerte a Simón cada mañana antes de que se vaya a trabajar y le pregunto a dónde va como si algún día la respuesta fuese a cambiar. Le mando mensajes de whatsapp a mi amiga La Vak y espero su Gusttt de respuesta, que me hace sentir que la amistad es uno de los regalos más lindos que todavía perdura de la infancia. Me embadurno la cara entera con cremas que prometen haber sido hechas con productos naturales y generan por un rato ese glow tan saludable y envidiable de la juventud. Llamo a mi mamá y le consulto algo, cualquier cosa, siempre hay una cuestión de la que ella sabe más y necesito que me digo todo yaaa. Tengo una cuenta que se llama Mylabblog que no se muy bien para qué es ni para quien ni hacia donde va.
¿Daba decirle todo eso a un chico que sólo quería ser cordial? Por las dudas yo casi no dije nada y todo eso no dicho quedó circulando entre mis ideas y recuerdos del viaje y hoy lo necesito expresar. Porque tocó un área que hoy, miércoles 6 de septiembre, no se por qué, me afecta. ¿Qué soy? ¿Qué hago? A veces pienso que a las que le pasa lo mismo que a mi pero ya son madres les resulta más fácil. Soy madre resulta una respuesta que casi no necesita pregunta. Las madres son madres y ese ya es título suficiente (así se ve de afuera aunque sé que a muchas les pesa también). En cambio las que todavía no tenemos hijos ni un trabajo rutinario y aún seguimos buscando, la tenemos más complicada. ¿Qué soy?
Soy psicóloga, sí. No en vano estudié 5 años en la UCA y obtuve el título de licenciada después de meses de luchar con una tesis sobre inteligencias múltiples que se hizo esperar. Pero no ejerzo. Soy emprendedora, también. Creé una inmobiliaria con mi tía y hermana, de la nada, estudié dos años para poder tener la matrícula necesaria y hoy aunque mi función ahí cambió, sigo siendo parte desde otro lugar. Soy periodista. Sí, también. Me costó mucho estrés y vencer muchas barreras de timidez pero me recibí en el master de la Di Tella y publiqué varias notas en el diario que admiraba, La Nación. ¿Pero realmente soy todo eso? En parte si, en parte no. Ninguna de esas profesiones me define así que voy a intentar describir mi lugar en este mundo en donde dicen siempre hay un roto para un descosido.
Soy Agustina, una mujer de 34 años que aún busca. Y que últimamente tiene muy presente un consejo que escuchó de Steve Jobs sobre los puntos que se unen cuando miramos para atrás. Espero estar lejos de mi final, cuando todo debe ser mucho más claro, pero ya quiero empezar a sentir la unión de los puntos. Me siento más cerca, como si me hubiese animado tímidamente a unirlos con un lápiz pero la imagen que se empieza a formar todavía es difusa. No logro adivinar qué es lo que se vislumbra con los puntos del camino recorrido y hoy siento ansiedad. Fotografía, escritura, periodismo, psicología, decoración, viajes, naturaleza, estética, arte…¿Alguien me tira una pista? Ofrezco recompensa para quien encuentre mi vocación. 1000 Agucci checks para el que la rescate.
Y así me despido, la antibloggera que no da tips y mendiga soluciones mágicas en redes sociales. Por si ustedes la tenían fácil con su existencia, se las complico un poquito con las incertidumbres de mi destino. ¿Dónde se ha visto una cuenta en donde más que soluciones se promocionen dudas existenciales? ¡Aquí mismo, en mylabblog, donde todo está permitido y viva la búsqueda de sentido! ¡Salut! Y un besote para el francés y otro para el polista disparador (de crisis vocacionales, claro).
Sepan disculpar las dudas existenciales de este día, sé que mañana todo estará en su lugar pero cuando las palabras golpean la puerta, sin dudas las dejo pasar, en esta cuenta ellas son las que mandan. Siéntanse siempre bienvenidas.
Y acá les comparto el discurso de Steve Jobs que vale la pena escuchar.











Comentarios